domingo, 8 de abril de 2012

Comentario sobre el documental  WAR PHOTOGRAPHER

El documental, sobre el fotógrafo James Nachtwey, trata del siguiente dilema: fotografiar la guerra, la miseria, la devastación,  el sufrimiento y la muerte es hacer públicos hechos que de otra forma se mantendrían ocultos y por otro lado es también una forma de explotación de esos mismos hechos denunciados.
Resumo directamente las anotaciones que tomé al ver el documental:
Escena donde cavan una fosa. Unas familias creo que en Bosnia, esperan la llegadas de víctimas de un conflicto. Los hombres llenos de tristeza a un lado, las mujeres que gritan y lloran a otro. En un momento alguien pregunta: ¿Donde están los cadáveres? Una grita ¡Ha llegado mi hijo!
En mi opinión James Nachtwey actúa como el narrador omnipresente de las novelas. No fotografía cadáveres, trata de narrar el dolor de esos momentos. Entiendo que consigue evitar el morbo y que es extremadamente respetuoso con todos los protagonistas. Evidentemente es un hombre muy valiente. Le permiten hacer fotos porque saben que ese extranjero con la cámara les da una voz para narrar su tragedia. ¡Qué tristeza en la mirada del fotógrafo!  Se mueve lenta y respetuoso, casi pasa desapercibido, dando testimonio de lo que gente normal vive como consecuencia de la guerra.
Hay fotógrafos que dicen: No me concierne yo soy fotógrafo pero si nos concierne. Concierne a toda la humanidad. Otros fotógrafos trabajan muy duro para vender bien sus fotos y buscan lo peor de lo peor, el morbo. Nachtwey no.
Nachtwey sigue haciendo fotos:  Ruanda un viaje directo al infierno. Yakarta miseria entre los vertederos. La pobreza más extrema, el odio. ¿David palestino con ondas contra Goliat? Hambrunas en África:  Auténticos sacos de huesos vivos, que recuerdan a los supervivientes de los campos de exterminio. El fotógrafo se justifica ante la cámara: aquí encuentran alimentos. ¿Qué será donde no lo encuentren?
¿Cómo puede tomar fotos tan magníficas en esas circunstancias? Unas veces entre disparos, otras rodeado de víctimas, de miseria, de sufrimiento... En un momento de la película se le muestra, suplicando inútilmente a unos guerrilleros que no maten a un prisionero,  mientras que se hacen fotos y se rueda la película. ¿Se pueden compatibilizar ambas actitudes?
Comentan: cada vez es más difícil que se publiquen fotos sobre temas críticos. Los publicistas de las grandes marcas de lujo no quieren cerca de sus anuncios fotos de tragedias. Por otra parte la gente normal está obsesionada con los ricos y los famosos.  
La parte final es el contrapunto. Prepara una exposición de sus obras. Durante el trabajo de laboratorio se percibe el nivel de calidad que ha aplicado en todo momento, en las más duros, al hacer las fotografías. Repite el procesado de las fotos tantas veces como cree necesario, hasta sacar toda la perfección y belleza que encierran sus imágenes. Me vuelvo a asombrar: ¿Cómo pudo hacer esas fotos tan perfectas en medio del dolor y el sufrimiento..?
En la exposición presentan al fotógrafo en un acto lleno de "beautifull people": Su currículo, tantos premios, tantas publicaciones, revistas...ha hecho... ha estado en...
Mientras la gente toma cervezas y aperitivos rodeados de las fotos, trágicas y sublimes, que reflejan tanto sufrimiento. ¡El infierno en una mina de azufre! ¡Qué fotos! ¿Cómo pudo encontrar esa estética, esos amarillos sobre fondos grises, en medio del infierno?
Sin embargo siempre queda el mensaje que acabará por calar en la conciencia de la humanidad. Ahora entiendo que sin la calidad y la estética ese mensaje no tendría el mismo valor ni resonancia.


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